El hasta ahora entrenador de los Nets ha sido la cabeza elegida para asumir la decepcionante primera temporada de la franquicia de Brooklyn en la NBA. La imagen de indolencia de su equipo en la primera ronda de los PlayOffs ante los Chicago Bulls ha acabado exasperando al magnate ruso Mikhail Prokhorov, que no se lo ha pensado dos veces para despedir a P.J. Ahora suena el hermano gracioso de los Van Gundy, Jeff, para sustituirle. Pero frenemos un poco, ¿realmente ha sido tan decepcionante?
Prokhorov lo ha dejado claro desde el principio. Él ha puesto mucha pasta de su bolsillo y quiere un equipo campeón y lo quiere ya. Sin embargo, las prisas son malas consejeras en la NBA y más para un equipo que lo ha estado pasando muy mal en los últimos años. Hay dos formas de reconstruir una franquicia, en el draft o por talonario, y luego estaría el sistema mixto que es el que han elegido los Houston Rockets. Ninguna de estas formas garantiza el éxito pero cuando éste no llega la segunda de las formas es la más frustrante.
Hay buenos ejemplos en este caso como Miami Heat o Boston Celtics (algo menos) y malos como han demostrado también los Lakers. Pero empezar a cortar cabezas cada dos por tres no va a ayudar en nada a un equipo que tiene problemas de química. Cada uno va por su lado, Deron Williams no parece ser el líder nato que se esperaba de él y Joe Johnson y Book Lopez parecen hacer la guerra por su cuenta. ¿Es justa la destitución? Creo que sí. La imagen del equipo ha sido terrible en la primera ronda, especialmente en el último partido y Gerald Wallace ha declarado públicamente que no sabía cuál era su rol, ¡En plena postemporada!
Baile de banquillos
Pero recapitulemos un poco. Avery Johnson, discípulo de Greg Popovich es despedido el 27 de diciembre habiendo sido nombrado entrenador del mes de octubre. Su ‘crimen’ fue perder seis partidos consecutivos (algo que no parece una locura) y una serie de disputas con D-Will. Lo que se muestra públicamente es que la estrella está por encima del entrenador mientras se trata de contratar a Phil Jackson por todos los medios. No se puede y se queda el interno P.J. Carlesimo, una persona con menos autoridad que su anterior jefe.
Cierto es que Johnson no llevó al equipo antaño de New Jersey en dos años y medio, ¿pero qué tenía para hacerlo? Suena Van Gundy para asumir el control de un vestuario conflictivo habiendo estado bastante alejado de los banquillos, aunque presente en muchos de los medios de comunicación nortemericanos siendo actualmente comentarista para ABC. ¿Quiere ganar un anillo señor Prokhorov? Pues no tenga prisa y déjenos disfrutar a Van Gundy y sus gafas.
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