Bye Bye Thibs; Welcome “Hoiball”: ¿Cambio hacia dónde en los Bulls?

Tras una irregular temporada y unos flojos PlayOffs, el pasado 28 de mayo los Chicago Bulls decidieron destituir a Tom Thibodeau. En un comunicado oficial, Jerry Reindsorf, propietario del equipo, apeló a la brillante historia de la franquicia y a la búsqueda del éxito como compromiso ineludible con los aficionados, para justificar el despido de Thibs, al que agradeció su dedicación  y amor por el juego en los cinco años que ha estado al frente del equipo. Apenas una semana después, Fred Hoiberg ha sido presentado como nuevo técnico del equipo para las próximas cinco temporadas. Hoiberg estaba en la agenda de los de Illinois desde hace tiempo. Ex jugador (pasó  en los Bulls cuatro de las diez temporadas que jugó en la NBA) y entrenador, los últimos cinco años, de la Universidad de Iowa State, a la que llevó a la Sweet Sixteen en 2014 y donde desarrolló un estilo propio de juego basado en un baloncesto rápido y dinámico, conocido como “Hoiball”.

¿Era Thibodeau el problema de los Bulls?

Sonaban campanas de destitución desde hacía tiempo ya. A la irregular marcha del equipo en Temporada Regular siguieron unos PlayOffs, que terminaron en semifinales de conferencia y con la sensación inequívoca de que no había para llegar más lejos. Lo cierto es que la temporada de los Bulls no ha sido buena. Con una plantilla, a priori, dotada de todo lo necesario para ser considerado un equipo candidato al título o al menos a la corona del Este, la irregularidad ha sido la tónica habitual, y en momentos ha llegado a ser exasperante. Pájaras antológicas, derrotas inexplicables frente a equipos claramente inferiores, desidia…

Era vox populi que el front office del equipo había agotado su línea de crédito con Thibodeau. Percepción que no parecía compartir el propio interesado, que se mostró sorprendido y de alguna manera herido por su destitución. Cinco temporadas al frente del equipo, 255 victorias y 139 derrotas, lo que supone el séptimo mejor porcentaje de victorias de la historia de la NBA para un entrenador con al menos 200 partidos dirigidos; cinco apariciones en PlayOffs; una final de conferencia (la de 2011) y el premio de Entrenador del Año en 2011, parecen una carta de presentación suficientemente brillante como para sentirse seguro en un banquillo. Pero en la NBA no lo es. Casos como el de Scott Brooks en Oklahoma City, Monty Williams en New Orleans o Lionel Hollins hace un par de temporadas en Memphis, son claros ejemplos de que un año complicado, un cambio de tendencia o una mala relación con el GM pueden dejar en la calle al más “pintao”.

El tiempo dirá si la decisión de Bulls ha sido la correcta, y si esta tendrá reflejo a corto-medio plazo en la marcha del equipo. Con respecto a Thibodeau. No sabemos si le apetecerá, de momento, seguir dando lecciones de baloncesto defensivo en alguna otra franquicia, se tomará un año sabático o si lo fichará la ESPN como comentarista, pero por el bien del basket y en pro de la diversidad de estilos, sería estupendo volver a ver pronto a Thibs, y su estilo pasional y fajador, de vuelta en la NBA. No todo va a ser “Run & Gun” y  “Showtime”.

Fred Hoiberg, nada que ver con el estilo Thibodeau

Los Bulls han nombrado a Fred Hoiberg nuevo entrenador jefe del equipo. El ex de la Universidad de Iowa State llegá a Chicago con un contrato que ronda los 25 millones de dólares por los próximos cinco años. Cifras nada desdeñables, teniendo en cuenta que es,  por ejemplo, el mismo contrato que firmaron Steve Kerr y Derek Fisher en Golden State y New York respectivamente.

Hoiberg estaba en la agenda de los Bulls desde hace tiempo. John Paxson, vicepresidente de operaciones del equipo, nunca ha escondido su predilección por el técnico de los Cyclones. Estás buenas relaciones vienen de lejos. Coincidiendo con el inicio de la carrera de Hoiberg como jugador de los Bulls, Paxson, que por aquel entonces ejercía de comentarista de televisión, ya se intereso por el escolta. Poco después, en 2003, coincidieron, Hoiberg como parte del Roster del equipo y Paxson como GM, tras la destitución de Jerry Krause. Siempre fue un jugador de rotación. Tuvo retirarse prematuramente a los 33 años debido a problemas cardiacos. Ha sufrido dos operaciones a corazón abierto, la última el pasado mes de abril.

El estilo de Hoiberg como entrenador se podría calificar como antagónico al de su predecesor en el banquillo Bull. En las cinco temporadas al frente de los Cyclones de Iowa State, su rendimiento ha sido excelente. 115 victorias y 56 derrotas en cinco temporadas, y un estilo de juego vistoso, de baloncesto rápido y ofensivo que se ha ganado la admiración de aficionados y algún que otro scout NBA. El “Hoiball”, término con el que han bautizado su personal manera de entender el baloncesto, nada tiene que ver con el estilo defensivo y peleón de Thibodeau, pero no cabe duda que, de momento y al menos en su periplo universitario, aparte de para dar espectáculo también le ha servido para ganar partidos.

 

Para valorar el resultado de este cambio de cromos en el banquillo de los Bulls tendremos que esperar hasta bien entrada la próxima temporada. Desde luego el equipo posee piezas, a priori, ideales para un estilo de juego rápido. Empezando por el puesto de base, pocos jugadores hay en la liga más rápidos y explosivos que Derrick Rose. Butler (si sigue), Snell, Gibson, Brooks. Incluso la línea interior, con Pau Gasol y Joakim Noah, que en un principio podría parecer de todo menos rápidos, pero que son poco dados a acaparar el balón ralentizando el juego, siendo capaces de soltarlo rápido y al sitio indicado, algo tan importante como correr a la hora de desarrollar un baloncesto rápido y ofensivo. Veremos el resultado. De momento, bienvenido sea el “Hoiball”.

Juanfran De Haro: Contador de historias, reflexiones y más about NBA
Related Post