¿Merecen Ben Simmons y Donovan Mitchell un premio Rookie del Año compartido?

El próximo 25 de junio se entregan los Premios NBA 2017/2018. Una gala que este año, el segundo en el que se celebra después de la temporada, llega especialmente descafeinada por producirse casi tres semanas después de conocer a los campeones. En fin, son cosas de la liga.

Uno de los premios que más se recordarán de este curso es sin duda alguna el de Rookie del Año, con una clase del Draft 2017 excelente que ha sobrepasado todas las expectativas. Ben Simmons y Donovan Mitchell, en Sixers y Jazz, han demostrado tener madera del All-Star y de comandar la liga en los próximos años. El debate entre ambos por quién es el mejor parecía estar ganado para Simmons por su facilidad para hacer triples-dobles al término de la Regular Season, pero Donovan Mitchell y la labor de sus Jazz en Playoffs hacen que este dictamen no esté tan claro. Aunque, eso sí, los votos se emiten después de acabar la temporada regular; así que poco se puede hablar de esto.

 

Estos son los credenciales de estos dos cracks y del tercer gran rookie del curso, el finlandés Lauri Markkanen:

Ben Simmons

Para muchos, el favorito, y con razón. El australiano no ha mostrado más que dominancia y calidad de sobra para compararlo con los inicios de leyendas como Magic Johnson o LeBron James. En su primera temporada en la NBA, ha llevado, junto a Embiid,  a los Sixers a la tercera posición en el Este, superando a los Cavs. No sólo eso, sino que ha protagonizado actuaciones individuales a tener muy en cuenta.

El perfil de jugador de Simmons es distinto a lo que vemos hoy en día en la NBA. Sin apenas tiro exterior, basa su juego en entradas a canasta con su tremenda potencia. A pesar de no ser un anotador puro, como en el caso de Mitchell, Simmons es capaz de jugar de base a pesar de sus casi 7 pies. Su gran habilidad con el balón en instinto para el pase le han valido para jugar como point guard y promediar 15.8 puntos, 8.1 rebotes y 8.2 asistencias, 1.7 robos y 0.9 tapones, con un 54.5% en tiros de campo, pero dejando ver su deficiencia en los triples (0 de 11) y en tiros libres (56%).

Su liderazgo le ha llevado a ser uno de los jugadores más usados en cancha, con un 22.3% de uso, y lidera a los rookies en wins share (9.2). Con todo el potencial que tiene y lo que ya está mostrando, más pronto que tarde lo veremos en el All Star y, quién sabe, levantando un MVP. De momento, nos conformamos con que levante el trofeo de rookie del año.

Donovan Mitchell

Poco se puede decir del bueno de Donovan que no se sepa. Desde que se ha puesto la camiseta de los Jazz, no ha parado de hacer historia, y sólo el nacimiento de otra estrella de su calibre como es Ben Simmons ha conseguido ensombrecer su tremenda temporada. Es el principal motivo por el cual los Jazz han pasado de ser un equipo sin posibilidades de playoffs a los quintos clasificados y sin dejar indiferente a nadie.

En su primera temporada en la NBA, Donovan ha anotado 20.5 puntos por partido, mejor promedio de esta camada de rookies, 3.7 asistencias y 3.7 rebotes,  con 1.5 robos, 43.7% en tiros de campo y 34% en triples. Además, en su primera temporada ya se ha convertido en la referencia de los Jazz, con un 29.1% en uso cuando está en cancha y un promedio de distancia en sus tiros  de 4.4 metros, superior a los promedios de Kobe y Wade en sus primeros años. Cuando él está en cancha, su equipo tiene un ventaja de 7 puntos .Pero no solo es un jugador estrella en ataque, sino que Snyder le ha hecho un defensor prolífico ya en su año rookie: 3.2 wins shares defensivas de 4.5 en total.

Después de esta tremenda temporada y de convertirse en uno de los rookies con más puntos en sus dos primeros partidos en playoffs, superando a Michael Jordan con 55 puntos, a nadie le queda duda de que el de Louisville es algo más que un rookie.

Lauri Markkanen

Uno de los pocos motivos para sonreír de los Bulls. Fue una de las piezas, en forma de ronda, que llegó a la ciudad del viento por Jimmy Butler. Elegido con la pick 7, el finlandés ha sorprendido a todo el mundo con un rendimiento altísimo en un equipo sin aspiraciones.

Tras promediar 15.6 puntos y 7.2 rebotes en Arizona, los Bulls apostaron por él con un róster pleno de ala pívots pero que, tras el altercado entre Mirotic y Portis, se le allanó el camino en las rotaciones. Tras jugar 68 partidos con lo de Illinois, Markkanen promedió 15.2 puntos, 7.5 rebotes, 1.2 asistencias, 0.6 robos y tapones, con un 43.4% en tiros de campo y 36.2% en triples. No solo eso, sino que tuvo un 21.9% de uso cuando estuvo en cancha, traducido en un 3.3 en wins share.

En Chicago vienen años de derrotas y desesperación por falta de un proyecto ilusionante, pero con LaVine, Dunn y, sobre todo Markkanen, la hoguera en Chicago tiene chispas que,con un poco de tiempo, arderán fuerte.

Nuestra apuesta: un premio compartido entre Mitchell y Simmons

Existen precedentes de Rookie del Año compartido en 1971 (Dave Cowens y Geoff Petrie), 1995 (Grant Hill y Jason Kidd) y 2000 (Elton Brand y Steve Francis), y no hay razón para no hacerlo en 2018. Ambos han hecho mérito de sobra para ser Rookie del año, y cualquier otro año se hubieran llevado el galardón, pero les ha tocado coincidir. Que compartan el premio Simmons y Donovan sería una muestra de reconocimiento de sus tremendas temporadas, meritorias del premio.

Por una parte, Mitchell ha liderado a los Jazz a una gran quinta plaza a base de remar contracorriente en una temporada individual antológica, mientras que Ben Simmons ha conseguido que un equipo de Sixers lleno de talento pero con falta de un líder cuando Embiid no estaba alcanzase la tercera plaza y con opciones reales de llegar a las Finales. La decisión de la NBA no la sabemos, y menos tras el inesperado ROTY del año pasado, cuando todo el mundo se debatía entre Saric o Embiid y se lo llevó Brogdon. Lo que tenemos claro es que, pase lo que pase, estamos ante dos jugadores que marcarán época.

Iago Figueira: Fan de los Celtics desde la época de Pierce, escribo como hobbie.
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