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Ben Simmons: Buscando su techo tras un año en blanco
Tras un año en blanco por una lesión, el jugador de los Sixers ha disputado seis partidos en los que ha promediado 17’5 puntos, 9,5 rebotes y 7’5 asistencias en más de 34 minutos de juego. Ningún rookie de la historia ha conseguido estos registros al final de su primera temporada desde Oscar Robertson en 1961.
La camada de rookies de este año parece que va a ser una de las de mayor calidad y más recordadas de los últimos años, posiblemente desde la de 2003.
En apenas una semana hemos visto a Dennis Smith Jr convertirse en el jugador más joven en debutar con un doble-doble de asistencias. Hemos visto a Lonzo Ball quedarse a una asistencia del triple-doble en su segundo partido. Hemos visto a Markkanen aprovechar con calidad las circunstancias que le han llevado a la titularidad o a Tatum hacerse un hueco en una exigente rotación como la de los Celtics, además de buenas actuaciones de hombres como Fox, Mitchell o Kuzma.
Pero si un nombre se ha destacado por encima de todos en la incipiente carrera por el ‘Rookie del año’, ese ha sido el de Ben Simmons.
El jugador de los Sixers ha jugado seis partidos en los que ha promediado 17’5 puntos, 9,5 rebotes y 7’5 asistencias en más de 34 minutos de juego. Ningún rookie de la historia ha conseguido estos registros al final de su primera temporada desde Oscar Robertson en 1961. Lo normal es que Simmons tampoco mantenga este nivel durante los 82 partidos, pero sí que nos ha demostrado ya la enorme calidad que atesora, el liderazgo que derrocha y, sobretodo, que parece que la lesión que le impidió debutar en toda la campaña pasada está ya superada.
Just another night at the office for @BenSimmons25. 23 points, 7 rebounds, 8 assists and 3 steals in 33 minutes. pic.twitter.com/5Kf04TnrLs
— Philadelphia 76ers (@sixers) October 29, 2017
¿POR FIN UN NUEVO LEBRON JAMES?
Hay mucho de LeBron James en Simmons. Aunque a bote pronto la comparación asuste y pueda echar para atrás, el juego de ambos es altamente comparable. Desde sus 2,08m puede distribuir el balón como un base, de hecho la lesión de Fultz le está permitiendo ejercer de “point guard” libremente, aunque eso ya estuviese en la mente de Brett Brown desde hace tiempo. Además, esa altura, unido a un excelente físico y potencia, le permiten también ser determinante en el poste bajo, intimidar en defensa y poder penetrar por encima de sus oponentes. Igual que James, Simmons puede desenvolverse perfectamente en 4 posiciones, y aunque todavía su lanzamiento exterior está en proceso de desarrollo, cuando mejore esa arma estaremos hablando de un jugador absolutamente imparable.
El verano pasado, a punto de comenzar la temporada, el jugador australiano sufrió una lesión en su pie derecho. En principio se habló de tres o cuatro meses de recuperación, pero los médicos de los Sixers detectaron que el pie de Simmons no se había curado por completo y que había riesgo de recaída si volvía a jugar, por lo que se decidió no arriesgar y el alero terminó por no disputar ni un solo minuto de la temporada.
First 5 Games:
Ben Simmons (Age 21*)
16.4 PPG
10 RPG
7.4 APG
47%LeBron James (18*)
16.8 PPG
7.6 RPG
6.6 APG
44%That's impressive, IDC.
— Josh Eberley ?? (@JoshEberley) October 27, 2017
Ese año en blanco le sirvió a Simmons para conocer en profundidad el verdadero juego de la NBA. Desde el banquillo, desde la grada o desde casa, el australiano analizó a todos y cada uno de sus rivales y a sus compañeros, entrenó con ellos y observó los puntos fuertes y débiles de cada uno para poder hacerles mejores una vez llegase su momento. Estudiar el juego ha sido la gran baza para un regreso como el que está cosechando. Eso y su enorme talento claro. Hasta el momento la muestra es muy pequeña, pero Ben ya ha demostrado que está aquí para grandes cosas y que no va a permitir que nada le vuelva a frenar ya.
Todos deseamos que dicha lesión esté totalmente superada, sin embargo habrá que seguir de cerca la carrera de Simmons. No es el primer caso de lesión de larga duración en un joven jugador de calidad. Son varios los precedentes que existen en los últimos años, y encontramos casos tanto positivos como negativos.
LOS QUE SALIERON BIEN:
Blake Griffin
Tras ser seleccionado en el número uno del Draft de 2009, antes de comenzar la temporada, Griffin se lesionaba la rodilla, lo que le impedía debutar en toda la temporada.
A su vuelta a las canchas el verano siguiente no quedaba ni rastro de su lesión. Disputó los 82 partidos de liga regular y se proclamó ‘Rookie del año’ de forma unánime con promedios de 22 puntos y 12 rebotes. Además ha sido cinco veces All-Star y tres veces ha formado parte del segundo mejor quinteto de la liga.
Es cierto que en los últimos tiempos ha vuelto a tener ciertos problemas de lesiones, lo que llevó a los Clippers a perder las series ante Portland y Utah en los dos últimos playoffs, sin embargo este año ha empezado la temporada con sus facultades a tope promediando 29 puntos en los dos primeros partidos.
Shaun Livingston
Tras una de las peores historias de lesiones que se recuerdan, es sorprendente que Livingston volviese a jugar al baloncesto. Después de ser elegido en el número cuatro del draft de 2004, ya en su primera temporada en Clippers sólo pudo jugar 30 partidos debido a una lesión en la rodilla. Pero fue en febrero de 2007 cuando su carrera dio un vuelco.
En un partido ante los Bobcats, en una entrada a canasta el jugador cayó mal y su pierna izquierda se dobló por completo. Cualquier cosa cercana a la rodilla, ya fuese tendón, musculo o lo que fuese, quedó completamente destrozada, hasta el punto de llegar a oírse la palabra ‘amputación’.
Una durísima recuperación de año y medio después, Livingston regresó a las canchas, aunque sólo pudo disputar 48 partidos en tres equipos en los dos años siguientes. En los cuatro años posteriores empezó poco a poco a sumar cada vez más partidos, aunque tuvo que hacerlo en cinco equipos diferentes, hasta que en 2014 llegaba a la bahía de San Francisco.
En los de Oakland ha encontrado su lugar y, sin unos números espectaculares, se ha hecho imprescindible en las tres finales consecutivas disputadas hasta el punto de que Durant, en su renovación, ha renunciado a buena parte de dinero para que el equipo pueda afrontar las renovaciones de Iguodala y Livingston.
LOS QUE SALIERON MAL:
Greg Oden
Cuando en el verano de 2007 los Blazers tuvieron a su disposición la primera elección del Draft no dudaron un segundo, su hombre era Greg Oden. A pesar de las lesiones que había sufrido en su época universitaria y de la debilidad mental de la que se hablaba, no había muchas dudas de que esta especie de Ben Wallace con el cuerpo de Shaquille O’Neal, pero con más margen en ataque que el ex-Piston, iba para futura estrella de la liga.
Una lesión en pretemporada impidió al pívot debutar en toda la que tendría que haber sido su temporada rookie.
En 2008 pudo por fin debutar en la liga. Tras 61 partidos dejó unos números discretos pero claras muestras de su potencial. Sin embargo, tras sólo 21 partidos de la siguiente temporada, sus rodillas le hicieron parar. Y no únicamente para lo que restaba de ‘regular season’. Oden no pudo regresar a las canchas en las tres temporadas siguientes.
En 2013 intentó volver a las canchas fichando por Miami, donde jugó 26 partidos, incluidos tres partidos de playoff (dos de ellos en la final ante San Antonio), pero fue el último intento. Ese verano decidía retirarse tras una carrera de apenas cien partidos en siete años.
Brandon Roy
No es exactamente el mismo caso que los anteriores, ya que Roy ya era una estrella en la liga cuando tuvo que tomar la dura decisión de la retirada. Llevaba cinco años en la liga en los que había logrado ser ‘rookie del año’, All-Star e incluso fue incluido en el segundo mejor quinteto de la liga. Sin embargo, aún en sus mejores años, la lucha contra su propia genética fue constante. Una degeneración crónica en sus rodillas le llevó hasta seis veces al quirófano.
En 2011 se perdió dos meses de temporada y sólo pudo jugar 47 partidos, únicamente 23 de ellos como titular. Consiguió llegar a los playoff donde nos dejó su canto del cisne. Una espectacular reacción en el último cuarto del cuarto partido de la serie ante los Mavericks (a la postre campeones), donde llegaron perdiendo por 18 puntos y gracias a un Roy inspirado con 18 puntos en ese último cuarto conseguían dar la vuelta al marcador.
Pocas fechas después sus rodillas decían basta definitivamente y en diciembre de ese año anunciaba su retirada del baloncesto. Un año después decidió intentarlo una última vez fichando por los Timberwolves, pero tras cinco partidos, ya no volveríamos a ver a Brandon Roy jugando al baloncesto nunca más.
Ahora, inicia una nueva aventura en el baloncesto, esta vez entrenando, y logrando exitosos resultados con su equipo de «College». Esperemos verle pronto por la NBA aunque sea con una pizarra en la mano.
LOS QUE AÚN ESTÁN POR VER:
Joel Embiid
Otro caso desde Philadelphia, expertos ya en estas situaciones (aparte del propio Simmons y Embiid, Noel se perdió toda su primera temporada, Okafor no llegó a terminarla y veremos cómo evoluciona el hombro de Fultz).
Tras declararse elegible para el Draft de 2014, en una sesión con los Cavaliers (que elegían en primera posición) se lesionaba en su pie derecho y tenía que pasar por quirófano. A pesar de que se hablaba de ocho meses de recuperación, los Sixers decidían seleccionarlo en el número tres.
Embiid se pasó en blanco toda la temporada, pero ahí no acabó todo. En verano de 2015 se anunciaba que había sufrido una recaída que le llevaría de nuevo al quirófano, por lo que se volvía a perder otra temporada completa.
Por fin en 2016 conseguimos verle debutar, siendo uno de los grandes atractivos de la liga en la primera mitad de la temporada pasada. Pero aún con restricción de minutos y no permitirle jugar ‘back to backs’ para no forzar su pie no fue suficiente. En Enero jugaba su último partido de la temporada.
Nadie duda de la inmensa calidad que atesora el camerunés y de que es una de las perlas para el futuro de la competición si su pie se lo permite, pero las dudas que deja en cuanto a lo físico son enormes. Casi cada aficionado a la NBA se debate entre las ganas de verle triunfar y la aceptación de que cualquier día sea el último para el en una cancha de baloncesto.
Jabari Parker
Segunda elección en el Draft de 2014 (por delante de Embiid), el jugador de los Bucks estaba siendo uno de los rookies destacados del comienzo de temporada cuando, tras sólo 25 partidos, caía lesionado en una entrada a canasta jugando ante los Suns. Una rotura del ligamento le dejaba fuera de competición por todo lo que quedaba de temporada.
La lesión parecía olvidada tras jugar 76 partidos de la temporada 15-16 y convertirse en una pieza clave de los Bucks la temporada pasada promediando 20 puntos y 6 rebotes. Pero en la visita de los Heat a Milwaukee el pasado Febrero, de nuevo en una entrada a canasta, volvía a caer lesionado en la rodilla.
En plena recuperación de la lesión, no se han puesto plazos para su regreso. Hay mucha expectación por ver cuándo y cómo regresa, ya que estos Bucks con un Parker al nivel que nos mostró en la pasada campaña, podrían ser un equipo a tener en cuenta en el Este. Habrá que tener paciencia
Julius Randle
Séptimo elegido en el Draft de 2014 (Draft cláramente gafado, al que también pertenecen jugadores como Exum o LaVine a parte de los tres mencionados), sí que llegó a debutar en su primera campaña. Concretamente 13 minutos.
En la noche inaugural de la temporada para Lakers, en el partido en el que Kobe Bryant volvía tras su rotura del tendón de aquiles, Randle se rompía la pierna en una entrada a canasta ante los Rockets, causando baja para el resto de la temporada.
Dos temporadas con 81 y 74 partidos respectivamente después, la lesión parece olvidada. Sin embargo aún no hemos podido ver la mejor versión del jugador, o al menos la que se intuía antes de la lesión.