Nadie lo esperaba. Ni siquiera un sólido equipo francés que, al finalizar el partido, reflejaba en el rostro de sus jugadores la mayúscula sorpresa que acababan de protagonizar.
Francia venció 65-52 a una España desconocida y pasa a semifinales del Mundial 2014 dónde se jugará el pase a la gran final ante la Serbia de Djordjevic, que horas antes había pasado por encima de la selección de Brasil endosándole un contundente 84-56.
Los chicos de Juan Orenga no encontraron su juego en ningún momento. Tan solo los primeros 3 minutos del tercer cuarto se pudo reconocer algo de la selección que hace apenas unos días se consideraba favorita a hacerse con la medalla de oro, incluso por encima del combinado americano.
Francia dio muestras desde el inicio del encuentro de lo bien estudiado que tenía el juego del equipo español. Salieron con la idea clara de impedir las habituales transiciones y canastas fáciles de España. Además empezaron enchufados con dos triples seguidos consiguiendo un parcial de salida de 6-0 que unido al poco acierto de Pau y Marc en la zona y el nulo acierto exterior del equipo provocó las primeras dudas los aficionados. Aún así el primer cuarto acabo en tablas con un marcador de 15-15.
El segundo cuarto fue aún peor. El juego se espesaba irremediablemente en cada ataque español. A falta de cuatro minutos para el descanso España llevaba un desastroso 0/9 en triples. Francia, apoyada en un soberbio Boris Diaw, que anotaba y repartía juego y en el acierto exterior de Gelabale y Heurtel se fue al descanso 35-28 arriba ante el murmullo incrédulo del público que abarrotaba el Palacio de Deportes.
El comienzo del tercer cuarto pareció devolvernos a nuestra selección. A esa que nos hizo vibrar y levantarnos del asiento pensando “A este equipo no le puede ganar nadie, ni Estados Unidos”. Pero sólo fue un espejismo. Apenas tres minutos de arreón, de esa furia española que tanto nos gusta y que un contraataque finalizado por Sergio Lull y un triple de Navarro parecía cristalizar. Pero Francia seguía haciendo su juego ralentizando el partido y eternizando sus posesiones para impedir que España encontrara ese ritmo infernal que la hace imparable. El horrible partido de Marc Gasol y la falta de acierto desde más allá de la línea de tres llevan al equipo español a encarar el último cuarto con muy malas sensaciones aunque con un marcador favorable 43-42
El cuarto periodo no ofreció nada nuevo. Los de Orenga se mostraban incapaces de reaccionar y tras un triple de Diaw y varios fallos consecutivos de España, la tragedia empezaba a mascarse en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. Solo Pau Gasol, que acabó el partido con 17 puntos y 8 rebotes intentó que el partido no se le escapara al equipo, pero con un 2/22 en triples y el inteligente partido desplegado por los hombres de Vincent Collet condenó finalmente a España a sufrir una de las derrotas más dolorosas e inesperadas de los últimos tiempos. Boris Diaw fue el mejor en Francia con 15 puntos.
Brasil también se la pegó ante Serbia.
Brasil se presentó en este mundial como una de las selecciones más potentes. Y en la primera fase, salvo en el partido frente a España, ha rallado a un gran nivel. Serbia sin embargo había desarrollado un juego más intermitente, con más sombras que luces.
Con los antecedentes de la primera fase, Brasil llegaba a este choque de cuartos como favorita. Pero gracias a un inmenso Teodosic, Serbia venció con sorprendente facilidad a Brasil por un marcador final de 84-56 y se planta en semifinales donde se verá las caras con Francia.
Desde el comienzo del partido Brasil remó en contra del marcador gracias sobre todo al acierto de Milos Teodosic, que anotaba indiscriminadamente tanto desde el perímetro como penetrando a canasta ante la inoperancia de la defensa brasileña. El genial base serbio anotó 16 puntos en 16 minutos. Leandrinho desapareció por completo en los primeros minutos del choque, y sólo Marquinhos y alguna canasta de Nené y Varejao mantenían a Brasil en el partido. A falta de dos minutos para llegar al descanso, Serbia logró un parcial de 8-0 gracias a un triple de Bjeliça, tres tiros libres de Teodosic y una canasta de Krstic. Se llegó al descanso con un marcador de 37-32 favorable a Serbia.
La relativa igualdad con la que acabó el primer tiempo se diluyó nada más comenzar el tercer cuarto. Serbia consiguió un parcial de 16-4 con el que rompieron por completo el partido. La impotencia de los jugadores brasileños para remontar el partido se tradujo en dos faltas técnicas señaladas, una al seleccionador Ruben Magnano y otra a Marcelinho Huertas que hundieron al equipo quedándose ya sin capacidad para reaccionar.
El último cuarto fue un paseo para los serbios que consiguieron una cómoda victoria 84-56 ante una selección de Brasil que volvió a quedarse a las puertas de la lucha por las medallas con la generación de jugadores más talentosa que ha tenido en la última década. El mejor del partido fue Teodosic con 23 puntos y 4 asistencias.
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