Otra noche más Golden State atrae todas las miradas, su quinteto brillante hace que cualquier jugador pueda destacar y cambiar el desenlace de un partido.
Lo de este viernes fue un duro palo para los Hawks, que habían mantenido a raya a los de Oakland durante todo el partido, con un Teague asumiendo el mando sin la referencia de Hordford, pero llegar al final con un marcador ajustado contra los Warriors es todo un imposible. En este caso le tocó a Iggy, triple en el último segundo y silencio en el pabellón. Así son estas cosas.