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Sweet Home Sacramento
Los Kings seguirán en Sacramento. Así lo decidió anoche la junta de los 30 propietarios de las franquicias NBA, que votaron a favor de que el equipo se quedara, al menos por un año más, en la capital californiana.
Los Kings seguirán en Sacramento. Así lo decidió anoche la junta de los 30 propietarios de las franquicias NBA, que votaron a favor de que el equipo se quedara, al menos por un año más, en la capital californiana.
El resultado de la votación, 22-8, deja muy claro que el impulso que la ciudad de Sacramento había dado a su candidatura por parte del alcalde y exNBA Kevin Johnson ha dado sus frutos, consiguiendo una resolución que hace unos meses se veía muy lejana.
Por su parte, Seattle se quedará un año más sin baloncesto. Los grandes esfuerzos del grupo inversor liderado por Chris Hansen y Steve Ballmer se han venido abajo pese a que tenían una oferta mayor que la del grupo de Sacramento. La presión por parte del comisionado de la NBA, David Stern, y de la propia ciudad californiana ha pesado mucho para un traslado que iba a dejar sin remedio, una ciudad huérfana.
Flecos sin cerrar
Sin embargo, la decisión de la NBA es contraria a la de los actuales propietarios de los Kings, los hermanos Maloof, que ya habían aceptado la oferta de más de 500 millones de dólares procedente de Seattle. En torno a esto, Stern ha dicho que «se buscará una solución» para que los Maloof vendan al nuevo grupo de Sacramento, que está promovido por Vivek Ranadivé. ¿Quién es?, pues un empresario del software de origen indio que ya es copropietario además de los Golden State Warriors.
La ampliación en el punto de mira
Sin embargo la nueva paralización al proyecto de Seattle puede que no haya sido un paso en falso. Y es que Stern ha asegurado que «el grupo le ha causado una grata impresión», dejando en el aire y como tarea para su sucesor el año que viene, Adam Silver, la tarea de tantear las opciones de una nueva ampliación que trajera de vuelta a los SuperSonics, desaparecidos en 2008 tras la marcha de la franquicia a Oklahoma.
Dudas que se abren
Con esta decisión promovida desde la propia NBA, se muestra el apoyo y la fe de la liga en una franquicia que lleva 10 años de capa caída. En sus manos y en la de los nuevos propietarios estará ahora demostrar que esta decisión no ha sido mala, a pesar de rechazar una oferta «ilusionante» según la ha descrito el propio Stern, como era la de Seattle.
Se sabía que la decisión iba a dejar a una de las dos ciudades triste, aunque parece que dejando la puerta abierta a una ampliación, la NBA ha optado por mantener para seguir construyendo.