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Los Pacers están de vuelta
El fantástico mes de febrero de Miami Heat en general (12 victorias por una derrota) y de Lebron James en particular ha disimulado la eclosión de unos Pacers que están de vuelta.
El fantástico mes de febrero de Miami Heat en general (12 victorias por una derrota) y de Lebron James en particular (29.7 puntos, 7.8 asistencias 7.4 rebotes y 64% de campo), ha hecho que todos los ojos de la NBA se vuelvan hacia la península de Florida, y ya se vea a los actuales campeones del a NBA como favoritos a revalidar el título que consiguieron el año pasado ante los Oklahoma City Thunders.
Si bien en el oeste hay un cierto conglomerado de equipos que podrían luchar por llegar a las Finales (los eternos San Antonio Spurs, los ya no tan jóvenes Oklahoma City Thunders, el otrora equipo pobre de Los Ángeles –Clippers- o los siempre competitivos Grizzlies de Marc Gasol) en el este el dominio de Miami al inicio de la temporada parecía incontestable.
Pero ya desde un primer momento quedó claro que Lebron James no lo tendría tan fácil para conseguir su segundo anillo y acercarse a esos 5 de Kobe Bryant que para Michael Jordan desequilibran la balanza en las comparaciones entre James y el escolta de Philadelphia.
Primero, a causa de unos envejecidos New York Knicks que, de la mano del mejor Carmelo Anthony, se auparon a la primera posición de la Conferencia Este durante las primeras semanas de la temporada. El problema del equipo neoyorkino era la edad de su plantilla y, aunque siguen ocupando puestos de privilegio, se han ido desinflando poco a poco.
En su lugar, han aparecido unos Indiana Pacers que, aunque se les esperaba desde principio de año, no fueron un equipo a tener en cuenta hasta mediados del mes de diciembre. Y es que se dieron varias circunstancias para este mal arranque.
Primero, traspasaron a su base titular, Darren Collison junto con Dahntay Jones a cambio del músculo interior del francés Ian Mahinmi. Pero definitivamente todos los planes se trastocaron el 31 de octubre de 2012, justo antes de comenzar la temporada, cuando se anunciaba que Danny Granger, máximo anotador del equipo durante las cinco últimas campañas, recaía de su lesión en la rodilla izquierda. Toda la planificación se iba al traste a un día de empezar la temporada regular. El golpe moral era espectacular.
Por si fuera poco, Roy Hibbert, que renovaba en verano por 58 millones de dólares en cuatro años, empezó (y sigue) la temporada con un rendimiento muy por debajo de las expectativas que se habían generado en torno a él. Sus 12.8 puntos y 8.8 rebotes le ponían en la carrera por ser el pívot dominante de la Conferencia Este.
En esta tesitura comenzó la temporada, con sus dos jugadores más importantes fuera de juego: uno, por lesión, el otro, no se sabe bien por qué. Así, el que se esperaba que fuese el segundo equipo de su Conferencia, o al menos entre los cuatro primeros, se dejaba partidos ante Charlotte, Milwaukee o Toronto, y llegaba a mediados de diciembre con un balance ligeramente negativo.
Sin embargo, y poco a poco, Frank Vogel ha conseguido voltear la situación en algo más de dos meses desde la defensa. Actualmente los Pacers son el segundo mejor equipo defensivo de la NBA. Reciben 89.6 puntos por partido, solamente superados por unos Memphis Grizzlies que también se encuentran en un estado dulce de forma gracias a la defensa, encajando 89.5 por encuentro.
Ahora bien, esta reacción no sería posible sin varios jugadores que han dado un paso adelante. El primero de ellos es Paul George. El alero ha mejorado tanto sus emolumentos con la baja de Granger (de 12.1 puntos, 5.6 rebotes y 2.4 asistencias la temporada pasada a 17.6 puntos, 7.9 rebotes y 4 asistencias en lo que va de año) que se consiguió hacer un hueco en el equipo de la Conferencia Este del All Star de Houston, consiguiendo 17 puntos en 20 minutos en pista.
A falta de Granger, el alero de California se ha erigido en líder de estos Pacers que vuelven a estar en todas las apuestas para llegar, cuanto menos, a las finales de conferencia. Pero no todo el éxito viene por este jugador. La apatía mostrada por Hibbert la compensa el veterano David West, que vive una segunda juventud en la que muestra un nivel parecido al que dio como ‘Hornet’ junto a un joven Chris Paul.
West, que se ha echado a la espalda el juego interior del equipo, está secundado por currantes de la zona como el intensísimo Tyler Hansbrough o el francés Ian Mahinmi. Ambos jugadores, sin ser estrellas, han conseguido dar un gran rendimiento mientras se encuentran en la pista, dando un necesitado descanso a Hibbert y West.
Además, ha sido clave la irrupción de George Hill, que tras varios años buenos en San Antonio e Indiana ha acabado por explotar esta temporada, pulverizando sus topes en puntos (14.8) y asistencias (4.9). La irrupción de Lance Stephenson ha sido la pieza que ha completado el puzzle de estos Pacers que han adelantado por la derecha a equipos como los Bulls, Knicks o Nets.
El polémico escolta de Brooklyn, uno de esos productos salidos del Rucker Park de New York que puede tanto explotarte en las manos como solucionarte un partido, se ha ganado a pulso la titularidad en un año en el que ya ha jugado más que en los dos anteriores juntos, promediando 28 minutos y 8.5 puntos.
El último mes ha sido el más completo para estos Pacers, que se han aupado al segundo puesto de la Conferencia Este merced a un balance de 9-2 (36-21 en todo el año), con un sprint final de 5 victorias consecutivas. En su haber está, asimismo, el mérito de haber sido el único equipo capaz de batir a Miami en el mes de febrero, por un contundente 89-102.
La pregunta que queda ahora en el aire es cómo afectará la vuelta al equipo de Danny Granger justo en el momento en que mejor funcionaba Indiana. Aunque nunca se sabe, la llegada de un gran anotador como Granger no debería afectar a un equipo que si por algo se caracteriza es por no tener a una estrella que destaque por encima del resto.
El plus en anotación llegará tarde o temprano, cuando Granger esté totalmente recuperado y en forma. Lo que mucha gente se pregunta en Estados Unidos es si todo eso bastará para derrocar a los mejores Miami Heat desde la llegada de LeBron James. De momento, afrontan los dos últimos meses de ‘Regular Season’ en condiciones óptimas y, aunque queda mucho para la postemporada, quién sabe si se plantarán ahí como mejor equipo del Este.