Cultura NBA
23 vuelos y 3 meses
No soy muy dado al discurso lacrimógeno pero hoy voy a ir más allá y me atrevo a grabarlo en papel, o en digital. Porque, por desgracia, lo analógico ha pasado a mejor vida, que es como nos gusta llamar educadamente al olvido. Cumplo el dorsal del jugador más mágico que haya existido en la historia del baloncesto y me atrevo a afirmar que el mejor deportista que haya andando sobre la Tierra.
A nadie escapa que vivimos tiempos jodidos y algunos locos hemos elegido buscar la aguja en el odiado pajar del periodismo. Soy de los que lo eligió por vocación y que lo ejerce sin beneficio pero con mucho oficio, o el que puedo ofrecer. Cumplo una edad para saber que aún soy un mocete, pero suficiente para haberme sentido viejo alguna vez, no sé si sabéis de lo que hablo.
En esta dura pero hermosa profesión lo mejor que puede tener uno es conciencia. Y voz. Soy uno de los miles que no conoce enchufe ni atajos, pero que simplemente vive para esto. Tuve la suerte de conocer a un gran compañero, Emilio Sánchez en la universidad. Él me llevó a mi primera casa la Radio Universitaria de Alcalá de Henares donde empecé con Frecuencia-T para continuar en El corte de Ucla y encabezar mi primer gran proyecto baloncestístico con 24 segundos con los piratas de Víctor Millán y Diego González. Aún sigo y disfruto de ese pequeño estudio con Cuestión de pelotas, donde tengo el honor de currar con monstruos como Mazo, Sevilla, Elías o el propio Diego.
Esos pocos segundos pasaron a ser lo que hoy conocéis como Sweet Hoops, donde os habéis topado con esta inusual (me encargaré de que sea así) entrada. No sabéis lo que es para mí ver nacer un proyecto como este. Me gustaría dar un abrazo a cada uno de los que os conectáis o que hacéis el simple gesto de seguirnos por Twitter. Este curro no es sencillo pero el mero hecho de hacer disfrutar a cualquiera de vosotros nos da vida.
Esto funciona
Ahora conseguimos en una semana lo que nos costaba un mes cuando vimos la luz. A los antes mencionados es imposible no recordar el pedazo de trabajo que hace Guillermo Gascón para que esto se vea tan bonito. Y ahora debuta Celia Fenollar que os va a enamorar con sus entradas.
Siento que lo que veis cada día en el slider con la firma de jmarmisa es una parte de mí. Por eso me hincho de orgullo cuando Artículos de Basket o en la misma revista oficial de la NBA reconoce lo que hacemos. Yo me enamoré del baloncesto por Michael Jordan. Pero los cuentos son recordados por quienes los contaron y para mí no habrá nunca una pareja como la de Montes y Damiel.
Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Cómo pudimos ser tan estúpidos de cargarnos de frases como “La vida puede ser maravillosa”. Contigo lo fue, y lo será cada vez que recuerde como comentaste el ‘vuelo número 23’. De Daimiel aprendo cada día y sueño en cada una de sus líneas. No quisiera pasarme por alto a otros grandes como Trecet, Paniagua y Segurola. Hay periodistas buenos y geniales, sólo hay que elegir lo que se lee. Y por eso me arrodillo ante vosotros por elegirnos.
Aunque me hago largo no quisiera dejar fuera de esto a gente con la que aprendo cada día como el proyecto de genio de Pau Martorell en Ultimate, el espectacular trabajo que hace Carlos Castro en Vavel con la NBA y del que me he visto forzado a alejarme para reactivar un poco las energías, o los vicios y virtudes que aprendí en mi breve pero intensa estancia en Europa Press. Pero cuando uno no hace las cosas mal siempre se queda con lo bueno.
También quisiera dedicar un instante al medio que me ofreció la primera oportunidad. Una espectacular labor la de Javi Perea y la de Antonio Fuentes en El Gol de Madriz. Ahí tuve la oportunidad de conocer a un genio de las ondas como Sánchez-Blas, que ha tenido que ver la masacre que ha sufrido Onda Madrid. Hay que creer en lo bueno, que hay mucho.
Gracias.