Nadie sabe cómo puede acabar el duelo entre Celtics y Cavs

Las Finales del Este 2018 están tomando una senda inenarrable. Hacía 10 años que Cleveland no comenzaba una serie de Playoffs perdiendo los dos primeros partidos, antes de la salida de LeBron. Y la serie se puso 2-0 a favor de Boston dejando además muy malas sensaciones para los de Ohio.

Entonces, fuimos muchos los que rescatamos la estadística de que los Celtics nunca han perdido una eliminatoria desde que se celebran a 7 partidos tras ganar los dos primeros choques… Y de momento la serie va empatada.

Los Cavs pusieron el 2-2 en la eliminatoria este lunes ganando 102-111. Subidos a los hombros de LeBron que con 44 puntos suma su partido número 25 en postemporada superando la cifra de los 40 puntos. Sus récords a los 33 años, no son enmarcables.

LeBron lo hizo además con un 60% en tiros de campo y solo seguido en la anotación de su equipo por Kyle Korver (14). ‘El Rey’ sigue estando solo, pero al menos parece que en Cleveland las cosas van cambiando.

Buena prueba de ello fue el tercer partido de la serie, donde los Cavs barrieron a los Celtics por 86-116. Entonces LeBron sumó a sus 27 puntos 12 asistencias. El equipo logró un 50% desde el triple tras sumar un 30 y un lastimoso 15% en el Game 1. Parece claro que estos Cavaliers han incrementado el ritmo en su juego, se han centrado en liberar a los tiradores, y la entrada de Tristan Thompson en el quintento desde el Game 2 para intentar frenar la guía que supone ese hombre-faro llamado Horford está dando algún resultado.

Pero no nos olvidemos que los Celtics se pusieron 2-0 fácil

Pero claro, la memoria, y más cuando se rige por sensaciones, es traicionera. Solo hace una semana que los Celtics barrieron a los Cavs en el Game 1 y también los vencieron con soltura en el 2. Tatum, Jaylen, Horford, Rozier y especialmente un Marcus Morris que secó a LeBron en defensa (14 puntos con malos porcentajes) no daban entonces pie a pensar en otra cosa que un barrido rápido de los hombres de Stevens. Más preparados, con bajas, pero mejor dirigidos.

Ahora la serie vuelve a Boston con el contado a 0 y sin que nadie sepa qué va a ocurrir.