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Tristan Thompson, un pívot rentable solo en Playoffs
Tristan es el único pívot puro con minutos que han tenido los Cavs desde que regresara LeBron y ha sabido aprovechar esa circunstancia a la perfección y con una sonrisa siempre en la cara. Él se sabe afortunado.
Si buscas hoy Tristan Thompson en Google te aparecerán principalmente noticias referentes a su infidelidad a Khloe Kardashian. El pívot canadiense de los Cavs de 27 años ha tenido una de las peores temporadas de su carrera desde que fuera drafteado en el puesto número 4 de 2011 procedente de la Universidad de Texas.
Apenas 53 partidos disputados, solo 22 de ellos de titular y con 20,2 minutos de media, los peores datos de participación de su carrera, incluso desde antes de que LeBron regresara Cleveland. Thompson, lastrado para muchos por un contrato de 82 millones por cinco años que firmó en 2015, se ha convertido a ojos de la mayoría en uno de los pívots más sobrepagados de la NBA. No tiene tiro, no es un pívot alto (2,08) que pueda marcar diferencias en la intimidación y tampoco se puede decir que sea un Houdini de la lectura del juego. Pero su mejor baza ha sido destacar ante la falta de competencia.
Tristan en el único pívot puro con minutos que han tenido los Cavs en los últimos años, y a pesar de que sus promedios nunca justificaron una renovación tal, sí que lo ha hecho esa diferencia en Playoffs. La temporada 2014/2015, el año anterior a su renovación y la del regreso de LeBron, fue la que marcó su carrera.
Tristan, el hombre que siempre estuvo allí
Aquel año el roster de los Cavs mostraba como centers a Timofey Mozgov, Anderson Varejao, Kendrick Perkins y Brendan Haywood. Tanto Varejao como Perkins caerían lesionados, y el joven Thompson, entonces aún considerado un ala-pívot en una liga que aún no había completado su transformación completa hacia el small-ball pasó de disputar 15 de 82 partidos como titular en Regular Season a 15 de 20 en Playoffs. Su potencia en el rebote y su capacidad para aportar energía a unos Cavs que entonces ya sufrieron lesiones, le valió convertirse en un referente del banquillo entonces dirigido por David Blatt. Los Cavs perdieron, pero ahí dejó su huella.
Al año siguiente Mozgov era ya el único pívot puro en la plantilla con minutos. Thompson, por su parte, repitió la jugada pese a haber firmado su suculenta renovación. Doble-doble desde el banquillo que le valió para postularse como candidato a mejor sexto hombre del año, y en postemporada, titular en todos los encuentros, siendo esta vez sí fundamental para el anillo de los Cavaliers contra los Warriors.
Un año después Mozgov ya no estaba en el equipo, los Cavs recurrieron a Bogut primero y Sanders después para fijar su puesto de cinco, algo que de nuevo volvió a dejar vía libre a Tristan, el tipo que siempre estuvo ahí, para ejercer como principal interior. Esta vez sí, titular en todos los partidos tanto en temporada regular como en postemporada. Los Cavs cayeron ante los Warriors en su tercera Final consecutiva, y las primeras dudas sobre un Thompson que ya sí que jugaba como cinco único en un smal-ball ya instaurado también en los Cavs comenzaron a surgir. Pero él ya había hecho lo suyo, como siempre.
Llegamos a 2018: Tristan está otra vez aquí por Playoffs
Este año, enmarcado en la penosa temporada de los Cavs, Tristan ha tenido la actuación más escasa de su carrera. El escándalo marital le ha hecho además estar más presente en otros diarios que en los deportivos, pero han llegado los Playoffs y él insiste de nuevo, como si estuviera en la discoteca.
Tyronn Lue lo ha dejado en el banquillo, y en la serie contra los Pacers probó con Kevin Love como cinco titular -un rol que le lastra notablemente como se ha visto- y Larry Nance Jr. como segundo hombre grande en el banquillo. Tristan solo participó en 2 de los primeros cinco encuentros y sumando apenas 9 minutos. Los minutos de la basura ejemplificados a la perfección.
Sin embargo los problemas de los Cavs y la presencia interior de Sabonis y Turner hizo a Lue dar un cambio: eliminó la presencia de un ‘grande’ en el exterior como Jeff Green para introducir a Korver y J.R. Smith y confió en encontrar un tipo grande de verdad en el banquillo que le sirviera para proteger el aro. Nos podemos imaginar a Lue mirando en la banca y viendo a Mozgov, Varejao, Bogut, Sanders, Tavares un jovencísimo Zizic y sí, allí estaba nuestro hombre. El inesperado y único center que ha sobrevivido al small-ball y a la facilidad que da jugar con LeBron de 4. Así que Lue llamó a Tristan. Nos lo podemos imaginar también cerrando el Tinder y diciendo, «vaya, pues parece que toca».
El resultado ha sido una vez más el de siempre. En el Game 7 ante Pacers, Tristan fue fundamental con 15 puntos y 10 rebotes, al que añadió otro 14+12 en el primero contra Raptors. Ambas victorias para los Cavaliers, con Tristan aprovechando su condición de único hombre grande del equipo.
Sobre si es rentable como dice el titular de este texto Thomspon solo en Playoffs, cuesta pensar que un jugador de 16 millones solo saque lo mejor de sí en algunos momentos puntuales. Los más importantes eso sí, pero puntuales. Pero también es verdad que en el momento de la firma de su contrato los salarios no habían tenido el crecimiento que se dio en los dos veranos siguientes. Si su firma se hubiera retrasado un verano, posiblemente los Cavs habrían tenido que poner 20 millones en la mesa. ¿Quién habría salido ganando? El único tipo grande que siempre estuvo allí.