Actualidad NBA
Conociendo a Lonzo Ball, sus hermanos y el bocazas de su padre
Lonzo Ball promete ser uno de los rookies más codiciados del próximo Draft. El base de UCLA promete, pero su padre ha causado casi más titulares que él por sus comentarios.
Esta es la historia de tres hermanos nacidos en California a los que les encanta jugar al baloncesto. Y son realmente buenos, pero además tienen un padre que va camino de convertirse en uno de los mayores bocazas de la historia de la NBA sin haber jugado siquiera en ella.
Lonzo Ball (nacido en 1997) y sus hermanos LiAngelo (1998) y LaMelo (2001) han dado mucho que hablar en la última temporada. Tanto el mayor, actualmente disputando la March Madness con UCLA, como los pequeños -en el Instituto de Chino Hills, en California- han dejado actuaciones de mérito y vídeos en Youtube que acumulan millones de visitas. Pero de si un Ball se ha hablado en las últimas semanas, es del padre de los tres, LaVar, seguramente el padre más orgulloso de sus hijos del planeta y, en consecuencia, el más fanfarrón.
LaVar, el padre, ha llegado a decir en las últimas semanas que su hijo mayor Lonzo, que oposita al Draft 2017 con opciones de ser pick 1, es mejor que Stephen Curry, ha pedido un billón con B de dólares como precio por sus tres hijos y hace unos días también dijo que «machacaría» a Michael Jordan en un 1 contra 1. Así se las gasta. Pero antes de seguir, vamos a ver un poco que es lo más destacable de esta familia uno por uno, además de que ya están dando el cante.
Lonzo Ball, el futuro rookie
A sus 19 años a Lonzo Ball no le hacía falta su padre para colarse en los mocks del Draft en las posiciones más altas. En su año freshman con los Bruins está promediando 14,6 puntos, 6,1 rebotes, 7,7 asistencias y más de un 40% de acierto en triples. Es un base de 1,98 propio del baloncesto actual, lo hace todo, y se tira todo.
DrafExpress lo coloca en el pick 2 del futuro Draft después de haber estado muchas semanas en el puesto número 1. Algunas opiniones dicen que la verborrea de su padre le puede pasar factura. Fan de los Lakers, como toda la familia, su padre llegó a decir que solo jugaría con los de Oro y Púrpura, aunque luego rectificó. Su futuro, ya como All-American es más que prometedor en la NBA, ¿pero qué franquicia quiere un tipo que puede ser tóxico, no ya por él, sino por todo lo que puede soltar su padre por la boca?
LiAngelo Ball, el mediano
El escolta del trío de hermanos ha salido menos en los focos, pero no porque sea malo, sino porque su dos hermanos son muy buenos. Actualmente juega su último año en el Instituto de Chino Hills. Con 2,01 de estatura, promedia 33 puntos por partido.
LaMelo Ball, el chaval de 15 años que metió 92 puntos
Los 3 Ball llegaron a jugar juntos en el instituto el año pasado. Este, son Melo y LiAngelo los que comparten equipo, y aunque parezca mentira el que se ha llevado más focos es el pequeñín (de 15 años pero con 1,91 de estatura, osea que lo de chiquitín es por decir algo). Juega de base hazlo-todo como su hermano mayor, y este curso nos dejó un partido para la historia al anotar 92 puntos.
Eso sí, no fueron pocos los que criticaron el estilo de su juego en este choque, extremadamente chupón y muy alejado de los estándares del baloncesto de colegio. Como sus dos hermanos, pasará por UCLA, quien lo firmo cuando solo tenía 13 años.
LaVar, el padrazo
LaVar, que parece estar encantado concediendo entrevistas y tuiteando a raíz de la fama de sus hijos, también fue un buen jugador de baloncesto en su juventud. Jugó para las universidades de Washington State y Cal State Los Angeles, donde conoció a su mujer Tina, que también jugaba al baloncesto, y a mediados de los 90 llegó a jugar en la NFL. Eso sí, nada que justifique que hoy diga que pueda vencer a Jordan en un 1 vs. 1.
Always Have Your Family's Back.
.
.
.
.
?: @carlos_huanes pic.twitter.com/xAiNv7DfA0— Big Baller Brand (@bigballerbrand) February 16, 2017
Además de invertir en sus hijos, el padrazo tiene una marca de ropa llamada Big Baller Brand y una especie de noción de gurú del basket. En reiteradas entrevistas ha avisado de que el baloncesto del futuro lo marcarán sus hijos, que siempre han jugado apenas sin jugadas preparadas y tirando mucho de 3.
Quién sabe si se convertirán en ciertas las predicciones del padre, pero de momento tenemos que estar atentos a esta familia, a la que hasta el apellido parece haber caído en gracia para chulearse. Veremos.