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Stephen Curry, el especialista 3.0: El primer MVP unánime de la historia NBA
Tras la consecución de su segundo MVP consecutivo analizamos las claves de la espectacular temporada del base de los Warriors. ¿Estamos ante uno de los grandes de la historia; un superespecialista, o ambas cosas?
Segundo MVP de la regular season consecutivo; récord de victorias en una temporada con los Warriors; líder de la liga en anotación, robos de balón y porcentaje de tiros libres; más de 400 triples convertidos… La temporada de Curry ha sido para enmarcar. Ningún pero posible ni comparación con otros grandes de la historia en la que pudiera salir mal parado, al contrario. La suya pasa por ser una de las temporadas regulares más brillantes a nivel individual de todos los tiempos y ha sido reconocida con el primer MVP unánime de la historia de la NBA.
“Don Stephen”, como lo llama el gran Guillermo Giménez, es un excelente jugador en muchos aspectos, pero parece evidente que la clave de su espectacular rendimiento se basa en el asombroso nivel de especialización que ha logrado en un aspecto concreto del juego: el triple. Estamos ante el mayor especialista en el lanzamiento de tres puntos de la historia de la NBA. Wordreference define especialista, en su segunda acepción, como “quien hace algo con especial habilidad o destreza”. Desde la temporada 79/80, primera en la se instauró la línea de tres puntos en la NBA, hemos visto grandes especialistas en la distancia, pero ninguno con la habilidad y destreza de Stephen Curry.
Así han quedado las votaciones por el MVP: Curry se ha llevado todos los votos
Analizando en detalle sus estadísticas de la presente temporada, se puede observar la prominencia que para Curry tiene el triple con respecto a otros aspectos del juego:
Ha anotado una media 5.1 triples por partido, que es una barbaridad y algo que no tiene precedentes en la NBA. Algo más de 15 puntos de sus 30.1 de promedio han llegado vía triple. Su promedio de tiros de dos es exactamente el mismo que de triples, 5.1 por partido. Pero resulta más llamativa si cabe la casilla de intentos. De los 20.2 tiros que ha intentado por noche, 11.2 han sido triples y 9.0 lanzamientos de dos.
Los totales son igualmente reveladores. Ha metido prácticamente los mismos triples (402) que canastas de dos puntos (403), pero en el apartado de intentos vuelve a quedar de manifiesto la querencia del MVP por sumar de tres en tres: 886 triples intentados por 712 intentos de dos.
Sé que las comparaciones son odiosas, pero ante lo llamativo de estos números y con el único objetivo de resaltar la especialización de Curry, no me puedo resistir a viajar en el tiempo hasta la temporada 87-88, en la que Michael Jordan fue nombrado MVP y DPOY con unos promedios de 35 puntos, y 3.2 robos de balón por partido. MJ anotó siete triples en los 82 partidos de regular season que jugó, 0.1 por partido. De los 2.868 puntos que anotó, sólo 21 los consiguió vía triple. De los 2.375 logrados por Curry este año, más de la mitad (1.206) los consiguió sumando de tres en tres.
Otro dato muy interesante, y siguiendo la comparativa con MJ, es el de los intentos de tiros libres. Sólo en dos temporadas (86-87 y 87-88) Michael Jordan intentó casi los mismos tiros libres (1.832) que Stephen Curry en los siete años que lleva en la NBA (1.850). Este dato puede aceptar dos lecturas: las reticencias de Curry a ir hacia canasta buscando el contacto en favor del triple. O la mayor dureza de las defensas en los salvajes años ochenta. Ambas son válidas y no excluyentes de la otra.
Pero incluso llevando la comparación hacia otro gran especialista del triple como Reggie Miller, quizás el mejor hasta la aparición de Curry, queda patente que estamos ante un superespecialista. La mejor temporada de Miller a nivel individual, la 89-90, promedió 24.6 puntos anotando 1.8 de los 4.4 triples que intentó por partido, muy por debajo de los 6.2 tiros de dos que anotaba en 11.3 intentos. Su temporada más prolífica en cuanto a triples se refiere promedió 2.8 tiros anotados desde más allá del arco, por 4.0 desde más acá. En cuanto a totales, sólo en la 2003-2004, ya en el ocaso de su carrera y limitado en minutos en pista, anotó e intentó más triples que tiros de dos.
Si nos fijamos en Ray Allen, el jugador que más triples ha anotado en la historia de la NBA y a quien Curry no tardará en superar, nunca, en sus 18 temporadas como profesional ha anotado más canastas de tres que de dos. Y solo en sus dos últimas campañas en Miami, con un rol limitado casi exclusivamente a lanzar triples, lo intentó más desde la larga distancia. En la 2006-07, su mejor campaña a nivel anotador (26.4 ppp), anotó más del doble de tiros de dos (6.2) que triples (3.0)
No pretendo con esto restar méritos a la brutal temporada de Curry. Es brillante sin matices, pero no deja de ser la de un especialista evolucionado a cotas que jamás se habían visto antes en una suerte tan descollante como los lanzamientos de tres puntos. Obviamente no es lo mismo ser un especialista en coger rebotes que en meter triples, lo segundo resulta bastante más atractivo de cara al espectáculo y abulta considerablemente el marcador, tanto el individual como el del equipo. No es lo mismo sumar de dos en dos que de tres en tres. Un especialista 3.0 capaz de hacer bien otras muchas cosas, y que da como resultado a uno de los mejores y más espectaculares jugadores del momento.
Curry es más que merecido MVP, por su gran temporada, su evolución respecto a la pasada, y por el récord histórico de victorias logrado por los Warriors. Tiene uno de los mejores manejos de balón de la liga, y aunque su zona de influencia es la línea de 7.25, es capaz de finalizar cerca del aro con bandejas espectaculares y rectificados imposibles. Pero aún está lejos de ser ese jugador de baloncesto total, con una comprensión del juego a todos los niveles, capaz de hacerlo todo y bien. Hablamos de un espacio tan reducido y exclusivo que apenas caben un puñado de jugadores: LeBron James, Magic Johnson, Michael Jordan, Larry Bird, Oscar Robertson y alguno más. Sin duda puede conseguirlo, es joven y aún tiene margen de progreso en muchos aspectos del juego, aunque el riesgo de descuidarlos en pro de su especialidad también existe.
Llegue o no a ese nivel o como especialista 3.0, son muy pocos los jugadores que han logrado repetir premio MVP en más de una ocasión, y ninguno ha ganado tantos partidos en una temporada regular como él, lo que le convierte, De Facto, en uno de los grandes.