LeBron se rompe y los Cavs se hunden

Las molestias que sufre LeBron James en su rodilla le obligarán a perderse al menos dos semanas de actividad. Una noticia que llega en el peor momento para uno de los equipos llamados a luchar por el anillo a comienzo de temporada y que ven cómo encajan tres derrotas consecutivas, siendo quintos en la pobre Conferencia Este.

Lo que parecía sería un año de felicidad se está tornando en una auténtica pesadilla para los intereses de los Cleveland Cavaliers. Cuando se anunció el regreso del Rey al que fue su hogar, todo pareció tornarse de cara para una franquicia que venía sufriendo un hundimiento progresivo desde la marcha del alero.

Sacrificando sus dos últimos números uno del draft (consecutivos) en un traspaso con Minnesota por el deseado Kevin Love. Un intercambio más que aceptable que dejaba tras de sí a uno de los Big Three más interesantes de los últimos años: Irving, James y Love. ¿El designado para comandar este proyecto? David Blatt.

Este entrenador estadounidense-israelí se formó como jugador en la universidad de Princeton para pasar su carrera deportiva en Israel. Estudioso del mundo del baloncesto, pronto empezó a desarrollar su carrera como técnico en Europa donde se convirtió en una eminencia del panorama internacional.

Las cosas se empezaron a torcer para los intereses de los Cavs cuando Ray Allen aplazó su firma por el equipo de Ohio. Una elección que se ha demostrado inteligente ya que el veterano escolta tiene a media liga suspirando por él.

La realidad es que aunque cueste creerlo, los Cavaliers tienen prisa por enderezar el rumbo. Lo que podría considerarse como un justo tiempo de familiarizarse para la plantilla deja de serlo cuando tienen un ‘Big Three’ de sus quilates con las opciones para marcharse sin pasar por caja de LeBron y Love.

No es noticia que Kevin se está planteando marchar de la franquicia y optar por su primera agencia libre el próximo 2015. Lo realmente grave es que varias fuentes de Estados Unidos afirman que el propio James se lo estaría planteando ante la falta de su sintonía con su entrenador Blatt y compañeros como Waiters, que no acaban de adaptarse al estilo de King James.

La marcha de Blatt es inevitable porque, a pesar de ser un gran entrenador, no es lo que necesita LeBron. El alero solo ha triunfado con entrenadores con más perfil de psicólogo que de teniente. Con estilos de laissez-faire en el que LeBron dirige a su antojo tipo Spoelstra o Frankie Walker (su entrenador de instituto) y no Blatt o para que nos entendamos: Un Messina o un Pop.

James no quiere que le enseñen a jugar de una forma diferente. Necesita estar rodeado de talento y que las grandes figuras den un paso a un lado y le dejen liderar. Kyrie y Love no lo están haciendo, y, si lo intentan, le entorpecen. La incógnita permanece, pero la paciencia del Rey tiene un límite. Quiere anillos, no cambiar pañales.