No es un gran secreto ni hace falta ser un gurú de esto para adivinarlo: a Tom Thibodeau le sobran novias. El que antaño fuese ayudante defensivo de Doc Rivers en los Celtics de Pierce, Garnett y Allen; se convirtió en uno de los emblemas de los Chicago Bulls, a los que consiguió convertir en uno de los equipos más competitivos de la NBA.
La intensidad que exigía a sus jugadores también estuvo detrás de sonadas broncas en el vestuario y reciminaciones de lesiones como la primera de Derrick Rose en la primera ronda de Playoffs de un fatídico 28 de abril de 2012. Las malas relaciones con la directiva le costaron el puesto en cuanto los jugadores alzaron la voz en su contra.
Tras un merecido descanso, hoy Thibs es un tipo por el que se suspira en muchos equipos de la liga y entre sus varias novias suenan dos por encima del resto: los Knicks y los Timberwolves.
Nadie duda de que entrenar en la Meca del baloncesto, el Madison Square Garden, es un sueño al alcance de muy pocos. Pero en los últimos tiempos también ha sido una maldición. O en el caso de Derek Fisher una beca para un máster de Ashley Madison.
Pero los tiempos han cambiado y los Knicks parecen estar sentado cabeza. Phil Jackson está dispuesto a entregarle a Thibodeau un proyecto serio en el que incluso se valora sacrificar a Carmelo Anthony para construir un proyecto de cero con Kistraps Porzingis al frente. La reciente contratación de Kurt Rambis no parece un impedimento definitivo.
En cuanto a los de Minneapolis, el proyecto de la franquicia quedó huérfano tras la marcha de Flip Saunders pero el futuro de los Wolves parece brillante. Los dos últimos número 1 de la NBA Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns forman un tridente de futuro envidiable con Zach LaVine.
Además de posibles futuros aciertos en el ‘Draft’, el equipo de Minnesota tiene en Ricky Rubio y Nikola Pekovic dos miembros muy valiosos que además podrían servir como pieza de canje para hacerse con un talento afuera.
Thibodeau es uno de esos afortunados de la vida que pueden elegir. Y ahora, está deshojando la margarita.
¿Y tú, qué opinas? Yo lo tendría claro: los Wolves son el futuro de la liga. ¿A qué equipo en fase de crecimiento te gustaría entrenar?